En una jornada muy desapacible, con nieve, agua y viento, los actos religiosos se combinaron con los populares. El mal tiempo menguó la presencia de gente en las hogueras de la plaza de Navaleno.

Un tiempo desapacible dominó en la jornada del 26 de diciembre, fiesta del patrón de las parroquias en Navaleno y Canicosa de la Sierra. Agua, nieve y viento acompañaron las horas de este día con actos tradicionales en los dos pueblos.

En Navaleno el mal tiempo  ya dominó la mañana, en la que la imagen del Santo ha salido en procesión, y los vecinos han bailado la jota en tres ocasiones a lo largo del recorrido. El día arranca el ciclo festivo de invierno que culminará con las fiestas del Niño Jesús en enero.

Por la tarde nevó y, ya entrada la noche, llovió de manera continuada acompañado de fuertes rachas de viento, lo que mermó, de forma notoria, la presencia de gente en la plaza de Navaleno. Lo que sí estuvo muy concurrido fue el baile en el polideportivo, y la sensación actuación de la orquesta  Nueva Génesis, verbena que se extendió hasta bien entrado el día 27.

 

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