Mañana 1 de junio, se cumplen 18 años de uno de los fenómenos severos más importantes, no solo de Pinares y Soria en general, si no de toda España: el gran tornado que el 1 de junio de 1999 a última hora de la tarde, arrasó una amplia zona de pinar maduro entre San Leonardo, Navaleno y Casajeros, en el noroeste de Soria.

Se trató de un F3-Tornado severo (254 a 332 km/h). Las consecuencias del mismo van desde arrancar techos y paredes de viviendas prefabricadas, volcar trenes o elevar los automóviles del suelo y los desplaza a cierta distancia.

Los videos no son míos. Me los ha proporcionado José Antonio Lucas, de Navaleno, así como bastantes datos de la trayectoria, y del extraordinario destrozo en los montes de dichas localidades.

Muchas gracias por este material tan importante, y que supone comprobar el poder destructivo de la Naturaleza, y la posibilidad de ocurrencia de un fenómeno meteo extremo en nuestra zona. A nivel climático de Soria, es un material histórico. Y, para comprender la dinámica de los tornados en España, también.

Desde luego, si un fenómeno de estas características ha ocurrido, y tan solo hace 18 años, que a efectos meteo y de estadística climática y natural no es nada, volverá a producirse. Esperemos que el periodo de retorno para este suceso, sea dilatado. Por lo menos más de 100 años. Pero la posibilidad está ahí.

Y no solo en Pinares, si no en toda Soria. Solo hay que ver, salvando las distancias, la espectacular granizada de esta semana en Agreda.

La crónica del tornado y sus consecuencias es la siguiente:

Se originó el 1 de junio de 1999, sobre las 20:35 horas. Duró alrededor de 7 minutos en el término municipal de Navaleno, dejando tras de sí una estrecha senda (podemos observarla en las fotos aéreas) llena de destrucción y desesperación. El tornado se originó cerca de San Cristóbal, en el paraje denominado el Palomar. Poco a poco fue formándose y tomando fuerza en la Fuente del Pino (San Leonardo) y Navacastellanos (Casarejos). En estos parajes “se hizo mayor”, desplazando toda su furia en pocas hectáreas, pero en las cuales concentró el mayor destrozo por tratarse de un pinar maduro. Desde aquí, como un misil guiado por radar, continuó su senda destructora por la Cruz de Piedra (Navaleno), atravesando la N-234 cerca del camino de Valdelahierba en cuyo paraje se mostraba la imagen del caos y la destrucción; pinos tronchados a 5 metros de altura y astillados hasta su base, con la parte caída girada media vuelta a derechas delatando el paso de tan inconfundible fenómeno. Siguió su marca destructora por la carretera general N-234 hasta las puertas de la urbanización de San Roque, en Navaleno,, momento en el que hizo un giro brusco de 90 º y tomó rumbo, valle arriba, a Navalcubillo. Ascendiendo por la Rinconada atravesó el camino de la potabilizadora y descendió a la carretera de la estación hasta el paraje Majadil y la Dehesa Nueva, ascendiendo nuevamente por Matarrubia y finalizando en el monte “Pinar Grande”, por el paso Juan.

El tornado afectó a una superficie total de 47,4 Has. (11, 4 Has. en los tranzones 15, 37 y 38 del monte nº 73 de Casarejos, 20 Has. en los tranzones 1, 4, 7, 8 y 9 del monte nº 90 de San Leonardo, 14 Has. en los tranzones A-II, B-I, B-II y B-V del monte nº 84 de Navaleno y 2 Has. en el tranzón 5ª-E-V del monte “Pinar Grande”, nº 172), derribando 18.018 pinos con un volumen maderable de 14.138 m3 c.c. de madera.

En esta composición de ortofotos, se puede observar la trayectoria de dicho tornado:

TORNADO_NAVALENO_15-06-99_composición photoshop tornado baja res referenciada

 

En la provincia de Soria cabe citar también el tornado que el 7 de julio de 1998 arrancó sauces y chopos (1.023 pies, 900 de ellos maderables, con un total de daños de 414 m3 c.c. de madera y 10 m3 c.c. de leñas) en las proximidades de Alcoba de la Torre, próximo al límite de nuestra provincia con la de Burgos, y no muy lejano a la comarca de Pinares, dejando los árboles arrancados y completamente torcidos y espiralizados, provocando daños además en innumerables tejados de la localidad.

 

Recordar también el 10 de junio de 2014, a las 19:05 h. en Duruelo, donde se formó una supercélula con intensidades brutales en cuanto a precipitación que, según testigos, arrancó el tejado de una pequeña construcción. Se trataba de un tornado entre F0 y F1

Las fotos son impactactantes, hablan por si solas. Así, la fuerza destructiva del tornado se aprecia perfectamente en las fotografías, con impresionantes fuerzas de torsión y flexión, que se dibujan en lo que queda de los troncos de los pinos.  Se trata de pinar maduro, con bastantes pies de más de 20 metros de altura, y de 40 cm de diámetro.

tornado 1999 105

tornado 1999 106

Tornado F3 Pinares Soria, 1 de junio 99, 5

Tornado F3 Pinares Soria, 1 junio 99, 2

Tornado F3 Pinares Soria, 1 junio de 99, 3

Tornado F3 Pinares Soria, 1 junio de 99, 4

Tornado F3 Pinares Soria,1 junio 99, 1

 

tornado 1999 100

Y, ya los extraordinarios videos que tomó Juan José Lucas (de nuevo, gracias), días más tarde del tornado.

Una composición de las mejores tomas

Y varios videos

Existen diversas crónicas en medios de comunicación. Por ejemplo, ésta del climatólogo Vicente Aupí, que fue publicada en La Vanguardia, en fecha relativamente próxima a cuando se produjo el tornado, a finales de noviembre de 1.999.

Describe, muy bien y didácticamente, el fenómeno de los tornados, y advierte que es un riesgo que se ha de considerar en la Península Ibérica. Miguel Gayá es uno de los técnicos que mejor, y con mayor profundidad, ha estudiado el fenómeno de los tornados en España:

” Gayá considera seguro que habría habido víctimas mortales si el tornado del 1 de junio en la provincia de Soria hubiese sorprendido a algún grupo de personas en los bosques arrasados. Fué un F3, grado que en la escala de Fujita esta referido a un tornado severo que “arranca techos y paredes de viviendas prefabricadas, vuelca los trenes, eleva los automóviles de suelo y los desplaza cierta distancia”. El rango de velocidad del viento en un F3 es extraordianrio: entre 254 y 332 kilómetros por hora, aunque el de un F5 puede superar los 500 kilómetros por hora.

Los tornados de Sevilla en 1978, Ciutadella-Ferreries (Baleares) en 1992, y Navaleno-San Leonardo de Yagüe (Soria) en 1999 son probablemente, los más intensos ocurridos en España desde 1978. Los estudios disponibles permiten encasillar a los tres en el grado F3 de la escala de Fujita, por lo que nos encontramos ante tornados capaces de causar víctimas mortales debido a la fuerza del viento, torbellinos de gran envergadura y con una gran capacidad destructiva, que no pueden ignorarse en el sistema predictivo meteorológico de un país avanzado, a pesar de que su frecuencia no sea la misma que en otros lugares del planeta. El equipo de investigadores del Instituto Nacional de Meteorología encabezado por Miguel Gayá subraya que no se trata de alarmar a nadie, pero es evidente que fenómenos potencialmente destructivos como los tornados deben incluirse en los planes de avisos sobre riesgos naturales, máxime cuando los estudios han demostrado claramente su intensidad.

Algunas de las conclusiones:
Gayá y su equipo se han encontrado con más sorpresas, como la que depara el hecho de que una buena parte de los tornados ocurridos en España entran dentro de los conceptos “violento” y “severo” que define la escala internacional utilizada para determinar la intensidad del fenómeno, creada por el japonés Theodore Fujita. Esta escala divide los tornados en seis grados de intensidad, desde F0 (tornado muy débil) a F5 (el tornado más debastador). Para el conjunto del planeta se calcula que el 40% de los casos es F2, que equivale a un tornado débil, pero capaz de arrancar de raíz los árboles en terrenos blandos y de desprender techumbres. Un 29% son tornados F0, y un 24% tornados vilentos, mientras que sólo un 6% corresponde a la intensidad F3 (tornado severo), un 2% a F4 (tornado devastador), y un 1% a F5, tornado calificado como “increible” por la magnitud de los daños, ya que puede llegar a dañar estructuras de hormigón armado y lanzar automóviles a más de 100 metros.

INTENSIDAD SEGÚN LA ESCALA DE FUJITA:

 

F0-Tornado muy débil (64 a 116 km/h). Quiebra las ramas de los árboles. Produce daños en chimeneas, antenas de televisión y carteles.
F1-Tornado débil (117 a 181 km/h). Los árboles en terrenos blandos son arrancados. Los automóviles en movimiento son desplazados de su ruta. Se desprenden las coberturas de los techos y se rompen los vidrios de las ventanas.
F2-Tornado violento (182 a 253 km/h). Los árboles grandesson quebrados o arrancados de raíz. Se desprenden los techos de las viviendas. Destruye las casas rodantes y vuelca los camiones. Objetos pequeños actuan como proyectiles.
F3-Tornado severo (254 a 332 km/h). Arranca techos y paredes de viviendas prefabricadas, vuelca trenes, eleva los autmóviles del suelo y los desplaza a cierta distancia.
F4-Tornado devastador (333 a 418 Km/h). Se generan proyectiles de grant tamaño. Los autmóviles son arrojados a cierta distancia y finalmente desintegrados. Eleva y arroja a distancia las estructuras con cimientos débiles.
F5-Tornado Increíble (419 a 512 km/h). Daña las estructuras de hormigón armado. Los automóviles se transforman en proyectiles y vuelan hasta distancias superiores a los 100 metros.

De los estudios de campo realizados por Miguel Gayá y su equipo en España se desprende que una gran parte de los tornados se corresponde con la escala F2 (violento), con una significativa presencia de los severos, como el ocurrido el pasado 1 de junio en las proximidades de las poblaciones sorianas de San Leonardo de Yagüe y Navaleno, un brutal torbellino que demostró la fuerza destructiva que pueden alcanzar los tornados en España. Consecuencias bastante parecidas tuvo el tornado del 28 de agosto pasado en el Maestrazgo turolense, que arrancó 600.000 en una area de gran riqueza forestal próxima a la Mosquerueta y Cantavieja. Este caso, los investigadores han descubierto que el tornado se produjo en un punto en el que ya había ocurrido otro, por lo que parece tratarse de una zona propensa a la formación de torbellinos.

-Descripción del fenómeno:
Los tornados están asociados a tormentas muy severas. La formación del violento vórice debe estar precedida de una columna convectica de unos 3 kilómetros de altura, una supercélula que necesita estar de 10 a 20 minutos alimentándose para dar origen al gran cono rotatorio e invertido que caracteriza a un tornado. El mecanismo es muy similar en las trombas marinas, en las que el vórtice succiona vilentamente agua al entrar en contacto la nube tormentosa con las superficie del mar.

1-El aire cálido y húmedo choca contra un frente de aire frio, el aire más caliente sube y se expande con lo que se forma una tormenta.
2-El aire frío hace que partes de la tormenta se pongan a rotar, primero en sentido horizontal y luego vertical.
3-El torbellino de aire traspasa la pared plana de la nube y llega al suelo.
4-El centro del torbellino barre el suelo y alcanza velocidades de hasta 500 kilómetros por hora.

Formación tornado

 

O esta otra crónica, ya más reciente de 2011, en diversos medios, que también resalta el tornado de San Leonardo-Navaleno:

” A pesar de que nuestro país, en las últimas tres décadas, se han dado de media unos 11 tornados, 9 trombas marinas y 4 «downbursts» al año, no existe entre la población una percepción de que este tipo de meteoros violentos sean relativamente frecuentes Esto se debe, opina el meteorólogo mallorquín, a que dichos tornados «no son especialmente fuertes». La gran mayoría son leves o moderados según la escala Fujita que mide su intensidad.

Esta escala oscila entre los tornados F0, los más débiles con rachas de viento de entre 60 a 117 km/h que pueden ocasionar daños leves en estructuras débiles y tejados, hasta los F5, catalogados como sucesos catastróficos, pues con vientos de 420 a 520 km/h causan daños totales en edificios. Entre 1975 y 2009 el 35% de los registrados en España fueron leves (F0), mientras que el 46% se catalogaron como F1. Estos últimos causan daños moderados debido a sus rachas de entre 118 a181 km/h. Del grado F2, que causan perjuicios considerables con vientos de 182 a 250 km/h, fueron el 17% y F3 apenas el 2%, que con rachas de entre 251 y 320 km/h dejan graves desperfectos. El hecho de que gran parte de tornados registrados en España en los últimos 33 años sean F0 o F1 no quiere decir, añade Gayà, que no sean «lo bastante fuertes como para causar destrozos». En este sentido destaca que el 15% de los pagos efectuados por el Consorcio de Compensación de Seguros en 2009 obedecen a daños por vientos extraordinarios (más de 135 km/h) o tornados.

Un meteoro no tan extraño

Gayà resalta que al tratarse de «fenómenos muy locales la sociedad percibe estos sucesos atmosféricos severos como algo raro, que apenas existe». Así, por ejemplo, el torbellino de los tornados F1 registrados en España entre 1975 y 2009, recorre de media un trayecto de 3,6 km, barriendo una zona de 148 metros de ancho, lo que origina un una área afectada de 0,6 km2.
Sin embargo, según el investigador, España no esta libre de sufrir tornados graves (F3), tres en las últimas tres décadas, o extremos (F4). Así, recuerda que el tornado que devastó el puerto de Cádiz en marzo 1671, que dejó unos 600 muertos, «demuestra que un evento extremadamente raro y violento puede darse en nuestro país». Este tornado, del tipo F4, es «uno de los más importantes ocurrido nunca en el mundo por su gran número de víctimas».
Episodios del grado F3 históricos son el tornado que arrasó el sur de Madrid en mayo de 1886, que causó 40 muertes y que Pérez Galdós noveló en «Misericordia». De este tipo son también el tornado de diciembre de 1978, que volteó un avión en el aeropuerto de Sevilla, o el de junio de 1999 cerca del municipio soriano de Navaleno y el de agosto de 1999 en el Maestrazgo turolense, que arrancó 600.000 árboles.
Pese a estos precedentes, Gayà lamenta que en las regiones españolas más vulnerables a los tornados «no se construya pensando en estos episodios de vientos extremos». «Aunque la probabilidad es muy baja, el riesgo cero no existe», advierte.

Así, critica la construcción de grandes voladizos en gasolineras, centros comerciales y otros edificios”.

Galería de Imágenes

Comparte esta Página