Datos geográficos:

En la demarcación de Pinares, en el noroeste soriano, Navaleno se halla a una altura de 1.105 metros sobre el nivel del mar, subiendo hasta los 1.300 metros en su cota más alta. Su término municipal, que abarca una superficie de 2.521 hectáreas, linda con Canicosa de la Sierra, (Burgos) al norte; al este con Pinar Grande; al sur Casarejos y Vadillo, y al oeste con Casarejos.

Su situación se enclava en una zona de transición entre los relieves abruptos de las sierras del noroeste del Sistema Ibérico como son Neila, Urbión y Cebollera, y las llanuras centrales del Duero.

Geológicamente, el suelo se concreta a base de materiales de sedimentación continental de transición, correspondiente al período cretácico, con orfilitas dentríticas y cuarcitas.

La población se halla en un único núcleo urbano, con una extensión de unas 40 hectáreas.

En cuanto a los recursos hídricos, el río que da nombre a la localidad es el más importante, al que se añaden fuentes como Loyola y del Robellano, siendo ésta última, según la tradición, muy indicada para dolencias estomacales. El Navaleno afluye al Ucero y éste al Lobos, cuyo cauce desemboca finalmente en el río Duero.

Clima:

Es de tipo continental: inviernos fríos y veranos suaves. Las temperaturas anuales oscilan entre los 8 y 9 grados centígrados, siendo las medias del mes más frío no superiores a los 2 grados y las del mes más cálido entre los 17 y los 19 grados.

En cuanto a las precipitaciones, oscilan entre los 600 y los 800 mm, repartidas entre los períodos de octubre a mayo y de junio a septiembre. El mes de agosto suele ser el más seco.

Vegetación, flora y fauna:

El pino es la especie arbórea más extendida y común en Navaleno. Las grandes superficies de pinar albergan caza mayor en abundancia, y es frecuente sorprender a ciervos y corzos en estos espacios. De hecho, su término municipal se halla incluido en la Reserva Nacional de Caza de Urbión.

Economía:

La base económica fundamental es la explotación del recurso principal, el pinar, a través de tres cauces: la explotación forestal, el aprovechamiento industrial de otros productos asociados al bosque, (micología), y el turismo que demanda enclaves de valor natural. Así, la distribución por sectores de población activa, cuyo territorio es poco apto para la explotación agrícola, presenta un gran porcentaje de empleo industrial, con empresa de conservas y productos micológicos, que ocupa la mayoría de la ocupación, y de empresas dedicadas a la explotación y transformación de la madera.

A ellas se suma el sector turístico, cada vez más en auge. La oferta tradicional de vivienda de temporada se está diversificando debido a la aparición de nuevos proyectos hosteleros de todo tipo, (turismo rural, camping, etc), que se ven acompañados por buenos equipamientos deportivos y de ocio, (piscinas municipales, campo de fútbol, polideportivo cubierto, pista de tenis, etc.).

Con todo, la estructura demográfica tiene una gran importancia en la población de temporada, que llega a cuadriplicar la población de hecho. Sirva como ejemplo el dato de las viviendas permanentes, que suponen el 42% del total municipal, mientras las secundarias suponen el 48,7%.


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Plano Navaleno

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